Ya estaba de 9 meses, cualquier día podía nacer el pequeñajo.
Y no tardó nada en hacerlo.
UNAS HORAS DESPUÉS…
Nuria…
La niña más guapa que había visto en toda mi vida.
Tenía el pelo castaño de su padre y mis ojos azules
Era toda una monada.
Ni Alex ni yo la quitábamos un ojo de encima.
La niña era de lo más traviesa..
Todos se quedaban embobados con ella. Rápidamente se convirtió en el centro de atención de allá donde fuera.
Y ser el centro de atención, a Nuria le gustaba.
Mis padres no se dignaron a visitar a su hija o a su nieta. Ni siquiera me llamaron cuando se enteraron.
Si ellos no se molestaban en conocer a su nieta, yo no iba a presentársela.
Con los padres de Alex ocurrió todo lo contrario. En cuanto Alex les contó que la niña había nacido, sus padres le dijeron que en cuanto pudiéramos fuésemos a su casa para que conocieran a su nieta.
Vale, lo admito, cuando llegamos a casa de los padres de Alex, casi me muero de vergüenza. Sabía que no les caía especialmente bien a los padres de Alex, aunque me consolaba pensando que tampoco les caía especialmente mal.
Nada más llegar Teresa empezó a hacerle mimitos a su nieta y Alex empezó a hablar con su padre, así que yo me quedé con la madre de Alex jugando con la niña.
En el tiempo que estuvimos allí conseguí que los padres de Ales me aceptaran y llevarme bastante bien con ellos.
El tiempo fue pasando lentamente, pasaron algunas cosillas más durante los siguientes años:
Martín, tal y como todos pensábamos, empezó a salir con Lidia.
Hacían una bonita pareja <3
Y otra pareja nueva que se formó y la que más nos sorprendió fue que un día, de repente, sin previo aviso, vimos a Roxie besándose con León.
Lo que nos dijeron es que ya llevaban un mes saliendo juntos.
Al año siguiente Mike y Alba se comprometieron y al año siguiente, se casaron.
Nuria, a la que ya todos llamábamos Nuri, fue creciendo poco a poco hasta que, un año después de la boda de Mike y Alba, cumplió 3 años.
Alex y yo ya teníamos 23 años, al igual que Alba, Mike y Roxie. León tenia 24 años y Martín y Lidia, 22.
La niña ya sabía andar y hablar. Era toda una ricura.
La gustaba mucho tocar el xilófono y Alex ya decia que seguro que ella tambien se dedicaría a la música como él.
Eramos todos felices, no parecía haber ningún problema.
O mejor dicho… Todavía no había ningún problema
CONTINUARÁ…
¿Qué pasará con los padres de Nika?
Pronto el capítulo 45
Gracias por leer la historia, comentad 😉