Ya habia cumplido 10 años y algunas cosas habian cambiado un poco.
Cada vez me sentia mas sola.
Mis padres me dedicaban menos tiempo que hace dos años y yo me aburria sola en casa.
Mis compañeros de clase ya habian formado sus grupos de amigos y yo estaba excluida de todos.
Siempre, en los recreos me quedaba sola, sentada en un banco.
Un día, al salir de clase, me encontré con un niño con la ropa manchada y la cara sucia, me paré delante de él.
Nika: Hola
El niño se quedó sorprendido de que le saludara.
Nika: Me llamo Anika, pero todos me llaman Nika, ¿tu como te llamas?
…: Alex
Nika: ¿Y cuantos años tienes?
Alex: 10
Nika: ¡Igual que yo! ¿Donde vives? Nunca te habia visto por aqui.
Alex: No tengo casa
Nika: ¿Y donde vives?
Alex: En el callejon de la calle Norte.
Nika: ¿Por que vives en la calle?
Alex: Me paso una cosa que prefiero no recordar y desde entonces vivo en la calle.
Nika: ¿Y no vas al cole?
Alex: No, desde que vivo en la calle no.
Nika: Y si vives en la calle, ¿que comes?
Alex: Lo que encuentro, algunos dias no como nada.
En ese momento su estomago rugio para remarcar esa afirmacion, yo me acordé de una cosa y empecé a rebuscar en los bolsillos de mi mochila. Mi madre siempre me daba dos manzanas para que me las comiera en el colegio, pero yo siempre me comia solo una. Cogí la otra manzana y se la ofrecí a Alex.
Nika: Toma
Alex: No hace falta…
Nika: Yo no tengo hambre y no la necesito, cometela tu.
Alex, cogio la manzana y se la comió casi de un solo bocado.
Alex: Gracias
Nika: De nada.
Los dos nos sonreimos.
Alex: Me tengo que ir.
Nika: Adios.
Alex: Adios
Alex se fue corriendo por la calle y en ese momento me di cuenta de que tambien iba descalzo.
Volví a mi casa y por primera vez mi madre no me regaño por no haberme comido la otra manzana.
Me fui directamente en mi habitacion y me asome a la ventana mientras pensaba en Alex.
Me pregunte como un niño habia podido terminar en la calle, ¿que le habria pasado?
Esperaba averiguarlo pronto.
