Tras varios años en la UCI, Maxis ha decidido retirar el soporte vital a SimCity y dejar morir a un juego que, aunque tuvo su público, también tuvo más sombras que luces. La pasada semana SimCity moría en Redwood Shores, acompañado de un reducido número de trabajadores de Maxis y en presencia del CEO de EA, Andrew Wilson.
Tras el fallecimiento, Maxis preparó un funeral por todo lo alto en uno de los cementerios digitales más prestigiosos de California pero, como si de una maldición se tratara, volvieron a planificar mal y pensaron que no tendrían tantos asistentes. Miles de personas se agolpaban en la entrada del Camposanto para despedir a SimCity, lo que produjo colas de varias horas y desvanecimientos por deshidratación o cansancio de los que esperaban.
«Esto es de vergüenza. Cuando SimCity nació planificaron mal y ahora lo han vuelto a hacer«, declaraba uno de los asistentes que llevaba más de 3 horas esperando en una cola interminable. Los fantasmas del pasado han vuelto hasta para el entierro de uno de los juegos más polémicos de los últimos años, que tuvo un desastroso estreno marcado por las colas de acceso a sus servidores, que en algunos casos llegaban a ser de horas. Maxis no predijo la afluencia de jugadores entonces y tampoco lo ha hecho con los asistentes del servicio funeral del juego.
El estudio ya se ha disculpado y ha asegurado que repartió bocadillos de choped entre los afectados como compensación.
*El titular de la semana es una sección satírica, y los contenidos presentados en ella no son reales.